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Tome medidas para proteger la salud cardíaca, cualquiera que sea su nivel de riesgo

COLOMBIA (BusinessCol, 06 de Abril de 2015) Estimado Mayo Clinic:

Soy un hombre de 37 años y no tengo problemas de salud, pero mi padre y mi madre padecen enfermedades del corazón. Mi padre sufrió su primer ataque cardíaco a los 50 años. ¿Puedo hacer algo para prevenirlo, o en mi caso, es inevitable una enfermedad del corazón debido a los antecedentes familiares? 

COLOMBIA (BusinessCol, 06 de Abril de 2015) Estimado Mayo Clinic:

Soy un hombre de 37 años y no tengo problemas de salud, pero mi padre y mi madre padecen enfermedades del corazón. Mi padre sufrió su primer ataque cardíaco a los 50 años. ¿Puedo hacer algo para prevenirlo, o en mi caso, es inevitable una enfermedad del corazón debido a los antecedentes familiares? RESPUESTA:

Dr. Francisco López Jiménez, Enfermedades cardiovasculares, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota

Con base a sus antecedentes familiares, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco es mayor de él que no tiene esos antecedentes, pero eso no significa que los ataques cardíacos sean inevitables. Un examen médico minucioso puede ayudar a determinar el riesgo específico que usted corre de desarrollar problemas del corazón. Además, se pueden tomar medidas para proteger la salud cardíaca, cualquiera que sea el nivel de riesgo.

 

Los antecedentes familiares de ataques cardíacos, especialmente en uno de los padres antes de los 55 años, como en su caso, es un gran factor de riesgo para un tipo de enfermedad cardíaca conocida como enfermedad arterial coronaria.

 

La enfermedad arterial coronaria se presenta cuando los vasos sanguíneos principales que proveen sangre, oxígeno y nutrientes al corazón, o sea las arterias coronarias, se dañan o enferman. La fuente de la enfermedad arterial coronaria normalmente son los depósitos de colesterol (placas) y la inflamación de las arterias, pero hay muchos factores que pueden ocasionarla, tales como el colesterol, la diabetes mellitus, el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión, por mencionar algunos.

 

Cuando la placa se acumula dentro de las arterias, éstas se estrechan, disminuyendo el flujo sanguíneo hacia el corazón. A medida que transcurre el tiempo, esa disminución en el flujo sanguíneo puede provocar dolor de pecho, falta de aire y otros síntomas propios de la enfermedad arterial coronaria. La obstrucción completa de una de las arterias coronarias puede conducir a un ataque cardíaco. 

 

A veces, se desprende una pequeña placa de grasa dentro de la arteria y ocasiona lo que se conoce como coágulo agudo. El coágulo obstruye el flujo sanguíneo que alimenta al músculo cardíaco, conduciendo a un ataque del corazón. Es decir, incluso quienes no tienen demasiado obstruida la arteria, igualmente pueden sufrir un ataque cardíaco. 

 

En las personas que, como usted, tienen antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, generalmente vale la pena realizar varios exámenes médicos para identificar cualquier signo incipiente de enfermedad. Dichos análisis pueden incluir exploraciones por imágenes del corazón para revisar la presencia de depósitos de calcio y exploraciones de las arterias del cuello para revisar la acumulación de placa. El médico también puede recomendar otros exámenes para revisar el revestimiento interno de las arterias o para valorar la “edad biológica” de los vasos sanguíneos. 

 

Por otro lado, es asimismo útil realizar exámenes para descartar obstrucción o rigidez en las arterias de las piernas, y los análisis de sangre pueden revelar si existen otros factores de riesgo que, a veces, se presentan en las familias con enfermedades cardíacas.

 

Cuando los exámenes revelan signos incipientes de acumulación en las arterias coronarias, el médico puede recetar medicamentos para ayudar. Por ejemplo, los fármacos que reducen el colesterol pueden disminuir el riesgo de que se formen más depósitos de placa en las arterias coronarias. Otros medicamentos también pueden ser útiles, dependiendo de las necesidades particulares de cada uno.

 

El estilo de vida igualmente puede hacer mucha diferencia en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardíacas. Por ejemplo, fumar o consumir otros productos de tabaco aumenta enormemente el riesgo de padecer este tipo de enfermedad. Si usted fuma o consume tabaco, déjelo cuanto antes. Si necesita ayuda para hacerlo, consulte al médico sobre los programas locales que pueden ofrecerle apoyo. 

 

Además, un estilo de vida que promueve la actividad física es provechoso para el corazón.  A las personas que, en general, gozan de buena salud, se les recomienda hacer ejercicio durante 30 minutos la mayoría de días de la semana, aunque cualquier aumento en la actividad física de una persona sedentaria es útil. Ingerir una alimentación rica en frutas, verduras y cereales integrales, con bajo contenido de sal, grasas animales y alimentos procesados también puede proteger al corazón.

Generalmente se combina ejercicio regular y alimentación sana para ayudar a muchas personas a alcanzar y mantener un peso sano, otro factor importante en la reducción del riesgo de enfermedad cardíaca.

Consulte con el médico para saber en detalle lo que es mejor para usted. Ese profesional puede evaluar su riesgo de enfermedad cardíaca y ayudarle a preparar un plan para controlarlo, pues incluso con sus antecedentes familiares, existen maneras de gozar de buena salud cardíaca.