COLOMBIA (AndeanWire, 21 de Mayo de 2014) Estaba pensando que actualmente el sector financiero es uno de los que tiene más problemas de seguridad en México y el mundo ya que algunos de los principales problemas que la gente asocia con este sector son el robo de identidad y fraude en las tarjetas bancarias. Simplemente durante la primera mitad del año pasado, las tarjetas de crédito fueron los productos que más reclamaciones presentaron por probable fraude (1 millón 49,999), seguido de la tarjeta de débito (397,296) y los depósitos a la vista (41,2010) según cifras de la Condusef. La encuesta llamada Unisys Security Index reveló que México es el segundo país con el nivel más alto de preocupación entre los 12 países encuestados, solamente detrás de Colombia. Tres cuartas partes de los mexicanos encuestados (75%) están extremadamente o muy preocupados por la posibilidad de que algún delincuente use información personal de sus tarjetas de crédito y/o débito y al 76% le preocupa el robo de identidad.
Las instituciones bancarias deben invertir tiempo y esfuerzo en implementar tecnologías y soluciones de seguridad que monitoreen y mitiguen adecuadamente los riesgos de seguridad, así como monitorear y responder a los ataques persistentes –tanto internos como externos –, además de conquistar la confianza de los clientes y mantener la reputación de la empresa.
Los bancos tienen la posibilidad de incrementar la seguridad en las transacciones para lograr tres cosas:
Evitar el pago de penalidades. El gobierno ahora exige mayores medidas de seguridad a los bancos para así proteger el patrimonio de los mexicanos. De no ser cumplidas se aplican penalidades a los mismos.
Lograr la fidelización de los clientes. Esto significa que un cuentahabiente que ha sufrido un fraude es mucho menos fiel a un banco que uno que no lo ha vivido. Si los bancos buscan tener clientes más fieles, deben de evitar este tipo de acontecimientos.
Generación de nuevos productos/servicios. Servicios para realizar transacciones en domicilios con usuarios identificados, otorgamiento de créditos por edad (en cuanto a perspectivas de vida) y servicios individualizados según el perfil de cliente. La seguridad, de ir a una institución bancaria, debe de estar depositada en ellos y no el usuario.
Para lograr y mantener un alta fidelidad de clientes, los bancos no pueden tan solo mantener los estándares de seguridad que marca la ley: no utilizar el celular, quitarse lentes oscuros y gorras al entrar e instalación de puertas con esclusas; sino ir más allá para brindar a sus clientes la confianza de que su dinero está seguro y sus transacciones están respaldadas.
Nos encontramos en una era de la movilidad donde los smartphones o dispositivos siempre están conectados. Según Gartner, los dispositivos móviles superarán a las computadoras personales en una proporción de 4 a 1 en 2015 y la penetración de smartphones pasará de 30% en 2012 a 85% en 2016, de acuerdo con Select.
A través de dispositivos, los usuarios están accediendo a sus cuentas bancarias además de realizar transacciones como depósitos, pago de servicios, traspasos y consultas. Las instituciones bancarias deben comprobar la identidad de la persona para estar seguras de quién es. ¿Es el cliente quien está ingresando? ¿Puede usar los servicios bancarios? ¿Hasta qué limites puede hacerlo? Es algo que tiene un alto grado de complejidad.
Se pueden tomar distintas medidas, dependiendo de la operación, tomando en cuenta si es un movimiento que incluya cantidades pequeñas o grandes de dinero, movimientos entre cuentas de la misma persona o a un tercero, el canal por el que se está accediendo, etc.
Una solución… ¿Biométricos?
Tomando en cuenta que tenemos rasgos fisiológicos únicos y es eso lo que utilizamos para identificarnos, no habrá nadie que pueda ingresar a nuestra cuenta más que la persona indicada. Entonces, podríamos, si así lo deseamos, utilizar varios niveles de seguridad como forma de identificación, por ejemplo el chip de nuestra tarjeta, la contraseña que nosotros elegimos y nuestros datos biométricos.
Los biométricos analizan y determinan el patrón único de cada persona a través de la medición de ciertas características dependiendo el tipo que se utilice; estos pueden ser: scanner del cuerpo, reconocimiento facial, de iris, de voz o de huellas digitales. Muchos de los smartphones o dispositivos móviles ya cuentan con pantallas táctiles, cámaras o micrófonos. De esta manera aseguramos el acceso a las cuentas y el uso de forma segura, lo único es usar la tecnología al servicio del sector financiero, para hacerlo más seguro. Por ejemplo, en reconocimiento facial, para saber si una persona es quien dice ser, se toma una foto del rostro y se mide la distancia entre ojo y ojo y de los ojos a la nariz, después lo compara con el patrón de las imágenes recibidas y así comprobar que la persona es la misma.
Actualmente, algunos bancos ya se encuentran utilizando cajeros automáticos con tecnología biométrica. Funcionan a través de lectores vasculares con los cuáles el usuario comprueba su identidad para poder acceder a su cuenta. En este caso el procedimiento es el mismo que con el reconocimiento facial, solo que creando patrones con las venas de las manos, los cuales son únicos. Entonces, incluso en cajeros no basta contar con la clave de seguridad y la tarjeta de alguien para poder tener acceso a su cuenta, esa misma persona tiene que hacerlo.
En relación a las transacciones bancarias en ventanilla, los usuarios pueden hacer uso de su huella digital para validar que la persona que hace la transacción es quien dice ser, también se utiliza como firma, por lo que no es necesario presentar ninguna tarjeta ni identificación… ¡Solo basta con la huella digital!
¿Por qué con biométricos? Los delincuentes cuentan cada vez con mejores y más avanzadas tecnologías para violar la seguridad, tanto de los bancos como de los usuarios directamente. Para poder mantenernos seguros debemos de ir un paso adelante. Esto lo logramos hacer a través de la verificación de la identidad del usuario.
La verificación de la identidad del usuario no es el único uso que podemos darle a los biométricos en el sector financiero. Se puede utilizar el Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), como se hace en muchos aeropuertos, para que a través de tecnología de video analytics se identifique a las personas que entran a una sucursal bancaria, ya sea para saber si es alguien no grato o si es un cliente distinguido; todo esto utilizando datos biométricos con reconocimiento facial.
Los biométricos entran a los dispositivos
Ejemplo de esto es que algunos de los dispositivos de Apple cuentan ya con recursos como lo es la detección táctil. Otra patente emitida cubre un monitor de ritmo cardíaco incorporado que podría añadir un sensor más para el iPhone, con potencial para la biometría. La patente táctil describe un medio para detectar cuando el dedo de una persona está cerca de, pero no realmente en contacto con, un dispositivo de pantalla táctil.
La patente de Apple para los sensores de monitoreo de frecuencia cardíaca describen las formas en que podrían utilizarse para identificar a un usuario de acuerdo a su información biométrica única. El sensor de huellas digitales en el iPhone 5S sirve para un propósito similar, pero se combina con un sensor de ritmo cardiaco, que se acerca más de la identificación segura.
No debemos permitir que el mundo esté adelante en cuanto a amenazas a nuestra seguridad y nosotros quedarnos atrás en medidas de protección. ¡Qué mejor que nuestros rasgos fisiológicos únicos para cuidar de nosotros!