COLOMBIA (AndeanWire, 05 de Diciembre de 2014) Durante los últimos veinte años, Latinoamérica ha experimentado importantes cambios políticos, sociales y económicos que han afectado el marco de la productividad y la competitividad de los países que componen esta región, llevándolos a ser reconocidos como economías emergentes que han aumentado considerablemente sus mercados comerciales y la actividad minorista.
El desarrollo de la región, se puede evidenciar con un alto crecimiento del negocio en grandes Centros Comerciales. Un mayor consumo, combinado con la diversidad en la oferta inmobiliaria, así como gran variedad de productos, servicios y entretenimiento, han convertido a este tipo de desarrollos en un eje de oportunidades de negocio, inversión y empleo.
La presencia de grandes centros comerciales en Latinoamérica es fuerte; La mezcla comercial en dichos inmuebles es abundante y sofisticada y cuenta con inquilinos locales e internacionales que van desde el consumo básico hasta tiendas de lujo con prestigio global.
Si bien es cierto, en la mayoría de países las marcas locales han logrado expandirse aprovechando la diversidad geográfica de la oferta inmobiliaria, sin embargo, las que más sobresalen actualmente son las internacionales, que se promueven en los diferentes países a través de franquicias, que permiten la distribución de bienes y servicios a través de cadenas con marcas mucho más reconocidas por los consumidores.
El crecimiento de la oferta inmobiliaria comercial no ha sido exclusivo de las grandes cadenas internacionales en centros comerciales de gran tamaño, se puede también apreciar una tendencia por desarrollar nuevos tipos de formatos más pequeños, dedicados a atender áreas de influencia mucho menores.
Por otro lado, y ya desde el punto de vista de la rentabilidad sobre la inversión inmobiliaria, cada vez son más frecuentes los desarrollos de uso mixto; estos permiten que las personas puedan mezclar actividades como el trabajo, el descanso, el entretenimiento y el consumo en un mismo lugar. Esta tendencia surge en primera instancia, por la necesidad de explotar de manera más eficiente los terrenos, sobre todo donde la tierra es escasa y su costo es mucho más elevado. Este tipo de proyectos han sido bastante exitosos en términos de demanda, alcanzando niveles de colocación bastante altos incluso durante la etapa constructiva.
Para los próximos años, se puede observar una tendencia a la materialización de nuevos proyectos con mayor grado de sofisticación en aspectos relacionados con el diseño, la seguridad, la comodidad y la mezcla adecuada de inquilinos que permita a los inversionistas mantener los niveles de demanda obtenidos hasta hoy.